Posted on: octubre 19, 2021 Posted by: Sandra Núñez Comments: 0

El pasado domingo 17 de octubre, las Chicago Sky se proclamaban campeonas de la WNBA 2021 al derrotar a Phoenix Mercury en el cuarto partido de la final por 74-80 con una estelar actuación de Allie Quigley, máxima anotadora del equipo con 26 puntos, Candace Parker (16 puntos y 13 rebotes) y Courtney Vandersloot. que sumó 10 puntos, entre los que se encuentra la canasta decisiva del encuentro, además de 15 asistencias. Pero no siempre las Sky fueron un equipo campeón, hubo un tiempo en el que se las consideraba el patito feo de la liga.

Entre 2006, su primera temporada en la liga, y 2013 las Chicago Sky no se clasificaron nunca para playoff, tiempo en el que se convirtieron en la única franquicia que nunca había estado en las eliminatorias por el título. Entonces, en el draft de 2013, cambió todo. Las Sky eligieron con el número 2 a Elena Delle Donne, una jugadora destinada a marcar diferencias tanto en las Sky como en la liga en general, y que acabaría siendo nombrada rookie del año.

Delle Donne era la pieza clave que culminaba la construcción de un proyecto dirigido por aquel entonces por Pokey Chatman, que se había hecho con jugadoras tan valiosas como Sylvia Fowles en el draft de 2008 y Courtney Vandersloot en el de 2011 con el objetivo de crear una mentalidad ganadora que permitiera cambiar la trayectoria del equipo.

Tras años de arduo trabajo en la sombra, la franquicia brilló con luz propia en la temporada 2013, en la que terminó como sorprendente líder de la Conferencia Este con un magnífico balance de 24 victorias y tan solo 10 derrotas. Sin embargo su sueño de hacer algo grande quedó pospuesto tras una dura eliminación ante Indiana Fever, que le ganó los dos partidos de su eliminatoria de primera ronda (entonces se jugaba al mejor de 3 encuentros).

En 2014 nadie contaba con Chicago Sky como un serio candidato al título. El equipo entró en los playoff como cuarto clasificado de la Conferencia Este con un discreto balance de 15 victorias y 19 derrotas, el mismo con el que terminó su temporada el quinto clasificado, New York Liberty. Nada hacía pensar que las Sky pudieran tener una oportunidad ante Atlanta Dream, líderes de la conferencia, en su eliminatoria de primera ronda (de nuevo al mejor de 3 partidos). Pero igual que el año anterior Indiana las había eliminado a ellas en primera ronda pese a ser favoritas, Chicago se llevó la eliminatoria en un emocionante tercer partido que se decidió por tan solo un punto de diferencia (81-80), en el que Delle Donne se convirtió en la líder que estaba destinada a ser al anotar 34 puntos. En las finales de conferencia esperaba un viejo conocido, Indiana. Pese a que fueron las Fever las que pusieron la primera piedra de su camino hacía la final al ganar el primer partido, Chicago empató la serie con una épica victoria en el segundo encuentro por 86-84 en la prórroga. Culminaron la remontada ganando el tercer partido por 75-62, una victoria que les daba el billete para la primera final de su historia. Allí se encontraron con unas intratables Phoenix Mercury que habían dominado la Conferencia Oeste con un balance de 29 victorias y tan solo 5 derrotas en la temporada regular y que habían dejado fuera a Los Angeles Sparks y Minnesota Lynx en sus eliminatorias previas. La final no tuvo color, Las Mercury se llevaron el título con un contundente 3-0 que dejaba un regusto amargo en la que en realidad había sido una temporada brillante para Pokey Chatman y sus jugadoras.

Las Sky se asentaron como un equipo de Playoff en las siguientes temporadas, sin embargo el rumbo del equipo cambió primero con la marcha de Pokey Chatman en octubre de 2016 y unos meses más tarde con el traspaso de Elena Delle Donne a las Washington Mystics. Es de vital importancia recalcar que en ese traspaso las Sky recibieron a Kahleah Copper y Stephanie Dolson, lo que probablemente sitúa ese traspaso como el punto de inicio en la construcción del equipo que se proclamó campeón el pasado domingo.

Pero no fue un inicio para nada sencillo. Bajo la dirección de Amber Stocks el equipo se quedó fuera de los playoff tanto en 2017 como en 2018, lo que desembocó en el siguiente gran paso en el camino de las Sky hacia el anillo. A finales de agosto de 2018, Stocks era cesada de su cargo y en noviembre del mismo año se anunciaba a James Wade como nuevo entrenador.

Una de las condiciones que puso Wade para hacerse con las riendas del equipo fue que permanecieran en él tanto Courtney Vandersloot como Allie Quigley, dos jugadoras que llegaron a ser imprescindibles siguiendo caminos muy diferentes. Vandersloot llegó a las Sky con la vitola de número 3 del draft en 2011, elegida tan solo por detrás de Maya Moore y Liz Cambage. Desde el principio se convirtió en una de las estrellas del equipo y de la liga, donde ha roto varias veces el record de asistencias por partido. Por su parte, Quigley fue seleccionada en segunda ronda del draft de 2008 (número 22) pero fue cortada antes del inicio de la temporada. Finalmente recaló en Phoenix Mercury, donde fue de nuevo cortada a mitad de la temporada 2019. Pese a su efímero paso por el equipo, Quigley dejó una gran impresión, como llegaría a comentar la propia Diana Taurasi. Tras su estancia temporal en Indiana y San Antonio en 2010, se quedó sin equipo en la WNBA de 2011, momento en el que la propia jugadora llegó a plantearse si su carrera en la WNBA había terminado.

Al mismo tiempo que luchaba por hacerse un hueco en la WNBA, Quigley se labró una magnífica carrera en Europa, que sería clave para que finalmente encontrara su sitio en la competición americana.

Tras verla jugar en Europa, Pokey Chatman decidió que quería a Allie Quigley en su equipo, y así ocurrió en 2013, temporada en la que apenas dispuso de minutos en pista, pero sin duda el punto de inflexión de Quigley en la WNBA fue en la exitosa campaña de 2014 en la que pasó de disputar tan solo 7 minutos por partido a cerca de 25, con lo que pasó de ser una jugadora residual a ser una de las estrellas del equipo que disputaría la final del campeonato, llegando a ganar el premio de mejor sexta jugadora en 2014 y 2015.

Con Wade en el banquillo, las Sky regresaron a los Playoff en 2019 al terminar la liga regular en quinto lugar con un balance de 20 victorias y 14 derrotas. En las eliminatorias por el título dejaron fuera a Phoenix Mercury en primera ronda (a un solo partido) para caer ante Las Vegas Aces por tan solo un punto (93-92) en segunda ronda. En la complicada temporada 2020, disputada en la burbuja de Florida, Chicago volvió a meterse en las eliminatorias por el título al ser sextas en la liga con 10 victorias y 12 derrotas. Sin embargo no pudieron pasar de la primera ronda al caer derrotadas a manos de Connecticut Sun por 81-94.

El último gran golpe de efecto del proyecto liderado por James Wade fue la llegada de Candace Parker en febrero de 2021, que las situaba como uno de los equipos a tener en cuenta esta temporada. Sin embargo las Sky arrastraron durante toda la fase regular un mal inicio de liga y tan solo pudieron acabar sextas con un balance de 16 victorias y 16 derrotas. Mientras que Connecticut Sun y Las Vegas Aces se repartían el papel de favoritas para hacerse con el anillo, Chicago Sky poco a poco se iba haciendo sitio entre los mejores. En las eliminatorias a partido único dejó fuera a Dallas Wings y Minnesota Lynx para plantarse en semifinales, donde esperaban las hasta entonces intratables Connecticut Sun, a las que sorprendentemente dejaron fuera al llevarse la serie por 3-1. Siete años después, las Sky llegaban de nuevo a la final de la WNBA y, curiosamente, iban a tener en frente al mismo rival, Phoenix Mercury. Sin embargo Wade y sus jugadoras dejaron claro desde el principio que esta vez la final iba a ser muy diferente, ya que vencieron el primer partido, disputado en Phoenix, por un contundente 91-77 con 21 puntos y 10 rebotes de una Kahleah Copper que había sido decisiva durante todo el playoff y que acabaría siendo nombrada MVP de la final. Tras la victoria de las Mercury en el segundo partido por 86-91 en la prórroga, la serie se trasladó a Chicago, donde se agotaron las entradas tanto para el tercer como el cuarto partido. Las Sky se hicieron fuertes en su feudo, ganando los dos partidos y poniendo el broche de oro al trabajo de tantos años convirtiéndose, al fin, en un equipo campeón.

Artículos relacionados

WNBA: Arranca la lucha por el anillo

Phoenix Mercury y Chicago Sky avanzan a semifinales

Sky y Mercury se reencuentran en la final de la WNBA

Foto: Stacey Wescott / Chicago Tribune

Leave a Comment